Dos personitas muy queridas por mí. A sus padres también les quiero jeje, pero es que en el caso de los peques estoy disfrutando muchísimo viéndoles crecer.
Samuel es un terremoto. Activo, inquieto, simpático, cariñoso y con una sonrisa que enamora y Carlos es un bebé risueño y alegre al que ya le encanta oírse y por eso no para de gritar y cantar (en idioma bebé, claro) y al que si sigue así, pronto le veremos correteando y guerreando con Samuel... la que nos espera!! (sobre todo a sus padres claro!!).
Los dos fueron bautizados juntos hace unos días y estos cuadritos fueron parte de nuestro regalo para ellos y sus papis.
Un viejo sabio chino caminaba por un campo de nieve cuando vio a una mujer llorando.
- ¿Por qué lloras?- preguntó él.
Porque me acuerdo del pasado, de mi juventud, de la belleza que veía en el espejo, de los hombres que amé. Dios fue cruel conmigo porque me dio memoria. Él sabía que yo recordaría la primavera de mi vida y que lloraría.
El sabio contempló el campo de nieve, con la mirada fija en un punto.
En un determinado momento la mujer dejó de llorar.
- ¿Qué estás mirando? – preguntó.
- Un campo de rosas – dijo el sabio. – Dios fue generoso conmigo porque me dio memoria. Él sabía que en invierno, yo siempre podría recordar la primavera y sonreír.
Maktub. Paulo Coelho
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